La sentencia del TJUE (asunto C-450/22, de 4 de julio) ofrece un decidido alegato a favor de las acciones colectivas como vehículo para el enjuiciamiento de cláusulas y prácticas abusivas contra los consumidores. El TJUE ha dejado claro que, incluso con la complejidad y diversidad de estos contratos, las acciones colectivas son una herramienta válida y eficaz para proteger los derechos de los consumidores y promover la transparencia.