El paso de un despacho tradicional a ESKARIAM, una empresa vanguardista

Y es que, cuando uno llega por vez primera a la compañía, inmediatamente percibe cómo el único vestigio de lo que común e históricamente se conoce como un despacho de abogados tradicional, es su vocación de prestar servicios legales de alto valor. 

Las oficinas de ESKARIAM, un espacio abierto, moderno y que invita al trabajo en equipo 

El entarimado no cruje, los techos no están coronados por rimbombantes y pomposas molduras y los escritorios no rebosan de desquiciados y angustiosos papeles. No, en ESKARIAM todo es distinto. Una oficina abierta y luminosa con inspiración entre industrial y nórdica ofrece un espacio luminoso en el que todo el ornamento lo constituyen las impactantes pinturas abstractas que salpican sus pocas paredes, y unas agradables plantas que aportan frescura al espacio. El mismo frescor con el que irrumpe esta compañía, ya no tan nueva, en el sector legal español.  

Desde mi primer acercamiento pude percibir rápidamente cómo todo este envoltorio y puesta en escena de su equipo, capitaneado por su ideólogo y CEO, David Fernández, no son fruto ni de la casualidad ni de un impostado postureo. El rupturismo que caracteriza a ESKARIAM se traduce de forma real y patente en un modelo de negocio muy definido y absolutamente interiorizado en el ADN de todo el equipo.  

Un puzle en el que todas las piezas encajan a la perfección 

Para un abogado de traje, toga y acostumbrado a las tarjetas de visita en papel verjurado con letra inglesa, como era mi caso, reconozco que el aterrizaje en ESKARIAM fue impactante. Sin embargo, los roles, los procesos y la cultura de empresa, están tan integrados en el día a día de la compañía que la adaptación resulta más sencilla de lo que, a priori, pudiera parecer.  

El uso de la tecnología más avanzada no es sólo irrenunciable, sino que, precisamente, constituye la razón de ser del modelo de negocio de ESKARIAM. Aunque esto puede implicar un proceso de alto aprendizaje inicial para un abogado con un perfil más tradicional, uno rápidamente comprende la potencia de su aplicación, ya que sólo así resulta posible gestionar proyectos con miles de clientes y datos, bajo los máximos estándares de calidad y una alta rentabilidad económica. 

Y todo ello, es posible gracias a un equipo humano colmado de talento, multidisciplinar y, por encima de todo, guiado por grandes valores profesionales y sobre todo personales. El talento del equipo de ESKARIAM es incuestionable porque así lo exige el propio modelo de negocio de la compañía: ofrecer alto valor añadido con altas rentabilidades. Multidisciplinar, porque en su composición, conviven perfiles tan diversos como abogados, especialistas en marketing, financieros, ingenieros de procesos, o desarrolladores de negocio, como es mi caso actualmente. Y de gran calidad personal y profesional, sencillamente porque éste es un pilar básico en los criterios de selección de la compañía donde el arribismo no tiene lugar. ESKARIAM es trasversal, todas las piezas del puzle son importantes para que todo encaje a la perfección.  

Y todos los profesionales de ESKARIAM se compaginan y trabajan de manera interrelacionada, al son de un plan de ruta en el que nada queda al albur de la imaginación o de las ideas geniales. Por todo ello, aunque procedo de una escuela jurídica clásica y tradicional en grandes firmas nacionales e internacionales, sí puedo decir que ESKARIAM y su impactante apuesta dentro de un sector tan inmovilista como es el legal, ha irrumpido con fuerza en mi percepción de éste. Ese mismo impacto que genera en sus clientes cuando rápido perciben un servicio moderno, fiable y de mucha calidad. ESKARIAM, ¡qué bueno que viniste!